Ceremonias para el Baile de la Conquista
El grupo de bailadores participa en varias ceremonias antes y durante los días de la feria, que es la celebración de San Cristóbal Martir, santo patrón del municipio y Santiago Apostol. Las ceremonias que preceden la feria permiten a los bailadores personificar los personajes sagrados del drama, mientras que durante la feria dan su presencia espiritual a los rituales y a las procesiones relacionadas con los santos.
Ceremonias Preliminares de Santificación
Las ceremonias preliminares permiten que los trajes y las máscaras, antes guardadas como mercancía en la bodega de la morería, se junten con los bailadores para transformarse en seres sagrados cuyas historias serán recreadas en el tiempo y el espacio santificado de la feria. Estas ceremonias también sirven para pedir a los seres espirituales de herencia Cristiana y Maya que el baile sea representado bien y sin daños para los bailadores, pues la visión tan limitada de sus máscaras crea el riesgo de caídas graves.
En San Cristóbal, Don Francisco Hernández celebra estas ceremonias, pues sirve al grupo de baile no solo como bailador (Ajitz), autor y maestro, sino también como ajq’ij (sacerdote Maya). Cuando sacan los trajes y las máscaras de la morería, los arreglan delante del altar en la casa del autor en las mismas posiciones que tomarán los personajes una vez vestidos en el campo de baile: el Rey K’iche’ y su corte en el centro, los caciques a la derecha y los Españoles a la izquierda.
A continuación, los participantes suben la montaña de Kanchavox, un lugar sagrado sobre San Cristóbal, con un acompañamiento de chirimía y tambor. Antes la ceremonia en la cumbre de Kanchavox era una fiesta grande con mucha gente del pueblo, pero ahora solo participan los bailadores y sus familias.
En la cumbre de Kanchavox, los participantes bailan en grupos hasta el altar en el orden que tomarán cuando entren en el campo de baile durante la feria: primero el Rey K’iche’ y su corte, después los caciques con Ajitz y Chiquito, y finalmente los Españoles. Todos se arrodillan delante del altar en la misma posición que hicieron con los trajes delante del altar en la casa del autor. Llamando a los "encantos" o espíritus de la montaña, el ajq’ij bendice a cada bailador, recitando su nombre y el nombre del personaje que representa.
Después de la bendición, el ajq’ij enciende una ofrenda de velas, incienso, pom, azúcar, cacao, hierbas aromáticas y flores, todo arreglado por los puntos cardinales, y cada grupo baila alrededor del fuego para recibir santificación adicional. Por el humo sagrado del fuego pasan también la chirimía y el tambor. Al final, los grupos de bailadores salen de la cumbre en el orden apropiado del baile.
Regresando a la casa del autor en la noche, el ajq’ij bendice otra vez a los bailadores uno por uno delante del altar. Mientras ellos se visten en parte de su traje (sin máscara, debido a la oscuridad), el ajq’ij enciende cinco fuegos ceremoniales en el patio. A continuación, para fortalecer la concentración y la inversión espiritual de cada bailador, presentan todos los bailes de la Conquista alrededor de estos fuegos.
Participación en la Feria
Durante la feria, los personajes del Baile de la Conquista dan su presencia espiritual no solo durante la representación del baile-drama, sino también en las ceremonias de las cofradías y las procesiones con las imágenes de los santos. El grupo de bailadores ofrece su baile en los patios de las cofradías, de nuevo en el orden del drama, y los bailadores se ordenan en sus posiciones y lugares apropiados para las procesiones en las calles. También mantienen estas posiciones cuando toman su turno cargando la imagen de Santiago.